Dejad que os observe, nubes,
que veloces, grises, tormentosas,
surcáis los cielos en tempestad.
Dejad que os mire. Pronto os olvidaré.
Deja, niño, que navegue en tus pupilas
no empañadas por la vida
ni enturbiadas por el desengaño.
Déjame navegar. Pronto las olvidaré.
no empañadas por la vida
ni enturbiadas por el desengaño.
Déjame navegar. Pronto las olvidaré.
Deja, cielo estrellado, en la estival noche
con la luna que riela sobre el mar,
y las barcas de pesca silentes faenando,
déjame guardarte en el fondo del alma.
Desaparecerás. Pronto te olvidaré.
con la luna que riela sobre el mar,
y las barcas de pesca silentes faenando,
déjame guardarte en el fondo del alma.
Desaparecerás. Pronto te olvidaré.
Déjame, nieve blanca, reina de la noche fría,
sentir en la frente tu suave caricia.
De ésas Navidades vestidas de blanco
en la que eras protagonista
nada quedará. Pronto las olvidaré.
sentir en la frente tu suave caricia.
De ésas Navidades vestidas de blanco
en la que eras protagonista
nada quedará. Pronto las olvidaré.
Déjame, amor, guardar éste último beso.
Déjame guardar tu caricia tierna.
Déjame sentir las mudas palabras
escondidas en tu mirada.
Déjame guardar tu caricia tierna.
Déjame sentir las mudas palabras
escondidas en tu mirada.
Déjame, compañero, decirte
que hicimos un largo camino juntos,
pasamos momentos dulces y otros amargos,
te lo digo ahora que brilla el sol.
Sé que olvidaré tu nombre
el día que nos cubra la niebla.
que hicimos un largo camino juntos,
pasamos momentos dulces y otros amargos,
te lo digo ahora que brilla el sol.
Sé que olvidaré tu nombre
el día que nos cubra la niebla.
1 comentario:
Imagen maravillosa que nos roba los sentidos al contemplarla como todo lo efímero, va dejando un vagos resplandor hasta que llega el olvido, yo diría el grafico porque quedan otras huellas imperceptibles que van conformando los recuerdos. Profunda y linda poesía, como siempre la poetisa vibra y nos deja el alma sedienta...
Publicar un comentario