Escucho el silencio intentando
oír una voz escondida.
Me bastaría sentir apenas
un murmullo o un zumbido
o un aleteo o un susurro.
Pero el silencio es tan profundo
y mis oídos tan sordos
que solo percibo lejano
el canto de la nada
atravesando el vacío.
Pues vacío quedó todo
sin el griterío de los niños
el volar de las libélulas
el aletear de las mariposas
o el eco de tu palabra.
1 comentario:
Muchas veces he sido victima del silencio y también victimaria, me aterra pero hay veces que no le puedo abrir las puertas, los pájaros rojos las han tapiado con sus picos y quedo afuera a la intemperie de los ecos... un abrazo
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