Cuando
ruge el trueno
y las
gaviotas levantan el vuelo
escapando
sobrecogidas,
es que
llegas tú, temporal,
vestido
color negro noche
sobre
el agua esmeraldina.
Azul
negro noche sin luna,
con
cara de mago enfadado
azul de los abismos,
azul
del fondo del universo,
al
menos como lo imagino.
Cae
sobre el mar el rayo,
palpita
el corazón de la gaviota,
temerosa,
que en sus hermanas
busca
refugio.
Todas
se juntan en la playa.
Parecen
pinceladas blancas
entre
el azul tenebroso
del
cielo y el verde intenso del agua.
Se
abren los cielos
en
cataratas de agua.
Se
rizan las olas.
Vuelven
las barcas de pesca.
El gran
rumor estremece.
Huele a
yodo.
Huele a
algas.
Huele a
lluvia.
Huele a
universo.
Huele a
estrella mojada.
Llueve.
Llueve.
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