sábado, 1 de octubre de 2011

AMANECER





Para mi, hermano, atravesar la vida
es como andar por una playa.
Aunque las huellas hiendan la orilla
las borra la mañana.


Las marcas que vas dejando,
sean pensamientos importantes,
o al menos así parecían,
historias inolvidables y amores eternos
al amanecer se volatilizan.


Los grandes hombres de la Historia
duermen en sus bibliotecas
y los importantes acontecimientos
quedan envueltos en el polvo
de nuestra memoria.


No importa que hayamos alcanzado la luna
ni descubierto la velocidad de las partículas,
ni la teoría de la relatividad
ni la desaparición de los dinosaurios.


Todo lo pasado se hace liviano,
desaparecido entre la espuma o la niebla,
pierde su peso lo sucedido, es igual
que sea pequeño o universal.


La orilla queda impoluta y plana
cuando es besada por el mar
y para mí la única visible realidad,
hermano, es el amanecer de cada día
cuando todo vuelve a empezar.

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