!Oh mente mía que desvarías!
Lo haces ante la bola grande de la luna
alta sobre la plata nocturna del mar.
Mente que me convierte en gaviota blanca
o murciélago azul, o bruja infernal.
Oigo
graznidos de patos en la cercana charca
que próxima a la playa es su casa
así como de las ranas que cantan a la noche,
silencio sonoro de fauna lacustre marítima.
!Oh mente mía como desvarías!
Desvarías
y caminas en el aire
en tu laberinto cristalino perdida
entre contradicciones antiguas
o modernos enigmas.
!Oh mente, mente volátil!
Mente insomne y angustiada
que deambula cual loca nocturna por la casa,
y largos pasillos recorre
pensando de estar en una mórbida orilla
entre estrellas y caracolas marinas.
!Oh mente, oh mente mía!
mente que camina por el Universo
que es enorme y profundo y negro
con puntitos que brillan en la lejanía.
Mente mía.
Mente mía que caminas por la Vía Láctea
y sin darte respiro ni descanso
buscas algo escondido
que nunca encontrarás.
!Oh mente, mente mía!
Mente insomne, mente dolorida,
mente errante, mente perdida,
Que solo cuando se esconda la bola blanca
y sea por la bola roja solar reemplazada
volviendo púrpura la amanecida
mientras vuelan las gaviotas sobre el mar
y enmudecen las ranas de la charca,
solo entonces, mente mía rebelde,
mente mía,
te darás por vencida ante el día
y rendida por el sueño
te sumirás en la amorosa nada.
hundiéndote en la almohada
abrazada por el alba.
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