Mi
grito
como
aullido de lobo
en
la lejanía retumba.
Y
yo estoy en silencio.
Mi
grito,
compendio
de infinitos callados gritos,
en
el universo estalla.
Y
yo estoy en silencio.
Mi
grito,
herida
doliente,
bramido
de la profundidad marina,
dolor
de palabras
que
ninguno oye,
es
el grito del silencio.
Mi
grito
encontrará
morada
en
una lejana estrella
junto
a otros gritos del silencio.
A mis amigos Víctor Rivero y Marcela Zea
atrapadores de gritos en el Universo.
1 comentario:
Muy hermoso poema, gracias.
Los gritos retumban en las recónditas cavernas del cuerpo,
y entre suspiro y suspiro se elevan para dar calor a las estrellas.
Marcela
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