despacio,
poco a poco.
Tu
figura entrevista
apenas
solo se intuía,
se
iba desvaneciendo
en
un no querer ser,
un
no querer hablar,
un
no querer continuar...
Dejaste
de existir
despacio,
poco a poco
un
día tras otro.
De
ti queda en mi oído
apenas
un susurro.
De
ti queda un suspiro
que
el tiempo desvanece.
Pero
aún así todavía existes
aunque
no quieres existir.
Tu
eres pájaro
que
se deja llevar
por
el aire, sin voluntad.
Eres...espuma
leve,
la
línea del tiempo
que,
movediza,
se
borra en la arena
y
temblorosa queda
escrita
en el agua
o
en el aire se evapora.
Así
tu te vas yendo
como
si te diluyeras,
flor
marchita en la orilla
cuyos
pétalos arranca el mar.
Dejaste
de existir
despacio,
poco a poco
un
día tras otro.
Igual
que a esa rosa
pétalo
a pétalo caído,
mañana
serás nada
pero
hoy todavía estás ahí
aún
en tu evanescencia.
A mi madre.
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