jueves, 30 de agosto de 2012

MUERTE EN VENECIA REMEMBER


Solo tu belleza dorada,
adolescencia florida,
luz que al tiempo trasciende
y a través de tus ojos ilumina
la septembrina tarde que lenta muere.
Solo eso, solo tú, Tadzio, eres
quien en el Lido ya otoñal de Venezia
das luz a esas apagadas vidas como la mía
que lentas se apagan cual fantasmas
evanescentes en un atardecer escarlata.
El arenal abandonado por las personas
ha sido retomado por las aves marinas.
Observo a las gaviotas, altivas sus cabezas
desafiantes al sol tornado escarlata
y ellas unidas, quietas, observan
al misterioso disco poniente.
Y así, tú, Tadzio, como ellas
eres retoño a la espera de volar, y yo, 
cual figura fantasmal, te contemplo
intentando en vano retomar esa vida
que me  impida licuarme, desaparecer,
cual gris medusa arenada,
ya perdidos elegancia y color,
no más tornasolada y flotante en el agua,
sino materia gris e inerte en la orilla
arrastrada por olas y mareas.
Si pudiera entrar en ti ,Tadzio,
!Oh, si pudiera! Resucitaría,
podría volar alto en el cielo,
mecerme viva y brillante en el mar,
!Oh, si pudiera, Tadzio!
vivir la vida nueva de tu adolescencia,
y de nuevo soñar, proyectar, amar,
!Oh Tadzio!, sin embargo esa vida
que en ti brilla como el sol
a mi, lánguida, se me va.

Recordando la obra MUERTE EN VENEZIA de Tomás Mann
1912-2012 



 






martes, 14 de agosto de 2012

LAS ERINIAS EN EL LABERINTO


Tiemble el caminante si en el laberinto
encuentra a las Tres Erinias
no importa si juntas o separadas,
Tisífone, Alecto y Megara
le parecerán tres hermosas muchachas,
de esas con mirada de tímida gacela
y etéreo y silencioso caminar.
Pero si fija de ellas las pupilas,
no importa si de Tisífone, Alecto o Megara
verá que hipnotizan cual araña
a la incauta hormiga, y
quedará envuelto, atrapado, inerme,
en su tela cristalina perfumada.
No encontrará salida y su destino mortal
quedará cumplido ante esos ojos
que hielan y esas palabras que matan.
Tiemble pues el caminante que en el laberinto
vea a Tisífone, Alecto o Megara,
huya de la maléfica presencia,
si le queda fuerza y tiempo
antes de ser incauta víctima
de la violencia de Tisífone
que solo de sangre se alimenta,
de la ira de de Alecto
que el corazón devora,
de la venganza de Megara
que con fuego ciega.



viernes, 3 de agosto de 2012

LARGA ES LA NOCHE




!Oh mente mía que desvarías!
Lo haces ante la bola grande de la luna
alta sobre la plata nocturna del mar.
Mente que me convierte en gaviota blanca
o murciélago azul, o bruja infernal.
Oigo
graznidos de patos en la cercana charca
que próxima a la playa es su casa
así como de las ranas que cantan a la noche,
silencio sonoro de fauna lacustre marítima.
!Oh mente mía como desvarías!
Desvarías
y caminas en el aire
en tu laberinto cristalino perdida
entre contradicciones antiguas
o modernos enigmas.
!Oh mente, mente volátil!
Mente insomne y angustiada
que deambula cual loca nocturna por la casa,
y largos pasillos recorre
pensando de estar en una mórbida orilla
entre estrellas y caracolas marinas.
!Oh mente, oh mente mía!
mente que camina por el Universo
que es enorme y profundo y negro
con puntitos que brillan en la lejanía.
Mente mía.
Mente mía que caminas por la Vía Láctea
y sin darte respiro ni descanso
buscas algo escondido
que nunca encontrarás.
!Oh mente, mente mía!
Mente insomne, mente dolorida,
mente errante, mente perdida,
Que solo cuando se esconda la bola blanca
y sea por la bola roja solar reemplazada
volviendo púrpura la amanecida
mientras vuelan las gaviotas sobre el mar
y enmudecen las ranas de la charca,
solo entonces, mente mía rebelde,
mente mía,
te darás por vencida ante el día
y rendida por el sueño
te sumirás en la amorosa nada.
hundiéndote en la almohada
abrazada por el alba.