domingo, 21 de abril de 2013

EXIT

 
En el camino
todo se ha hecho incierto, bajo y breve,
así como el sendero angosto
dentro del bosque oscuro.

Y has llegado tú, Violeta.

Era arduo hasta ahora
afrontar la bajada
entre piedras y guijarros.
Pero me has dado tu mano,
Violeta.

Y hasta la niebla
que me había envuelto
como sudario viscoso y frío
se ha disipado.
Ha sido tu mirada,
Violeta.

Grises son tus ojos,
Violeta, grises,
preludio de la noche
que sobre mí incumbe.

Había olvidado mi nombre
pero tu me lo recordaste,
Violeta.

Había olvidado las palabras,
Violeta,
pero tu me las escribiste
en la palma de la mano.

El bosque oscuro
está dentro del laberinto.
Pero tú me vas a ayudar
a alcanzar la puerta.

Muerte con rostro gentil
que abrazas a quién se pierde
y en el último tramo,
Violeta
brindas tu luz.