miércoles, 26 de diciembre de 2012

NOCHE DE FIN DE AÑO DE 2012

 
Nada puedo celebrar
ni el año que viene
ni el año que se va,
no puedo, no,
ni tomar una gota de champán
ni siquiera oír una nota musical.

                                          Mi pensamiento va
hacia quienes ya no están
o porque la vida les fue robada
o porque la vida les traicionó.

¿Como no pensar?
¿Como olvidar, con una copa en la mano,
esa película en blanco y negro
llamada 2012 de infausta memoria?

No, el alcohol no me lo borrará.
                                    No, no serán borradas
las caras de los niños inocentes de Siria,
Si, esos niños inocentes de Siria
asesinados por un criminal
en el 2012 de infausta memoria.

Ni tampoco se me podrán borrar
las caritas fotografiadas
de las criaturas de Connecicut
masacradas en su escuela sin piedad
en un acto de diabólica y juvenil maldad.

Ni aunque tomara no una, sino más copas,
de mi mente desaparecerían
Harold Cepero ni Oswaldo Payá
a quienes le fue robada la vida
en su lucha por la libertad.


Así es la vida,
así es la historia,
me dicen mis voces interiores...
así mismo ustedes me lo dirán.

Lo sé, lo sé, es así.
Pero no se puede más
No, no se puede más.

Ni tampoco puede más
una España herida y desangrada
ni puede más
tanta gente sin poder trabajar.

Ni pueden más
esos jóvenes que,
cuales aves en desbandada,
como única alternativa,
como única forma de vida,
tienen la de para alguna parte
emigrar.

Y para eso tantos padres y madres
se esforzaron para forjarles un porvenir
y para que fueran a la universidad.

Surcos llenaron mi cara
antes de que se helara
definitivamente mi corazón.

Nada en mi alma puede celebrar
ni el año que viene
ni el año que se va.


Recordando a Oswaldo Payá y Harold Cepero
y a los muchos niños del mundo que les fue arrebatada la vida como a ellos.
Pensando también en aquellos jóvenes de España que deben emigrar
por carecer de oportunidades.
31 Diciembre 2012


domingo, 9 de diciembre de 2012

EL NIÑO DIOS DE LAS PATERAS

 

Hoy es de nuevo Navidad,
pequeño Niño Dios.
Pero no vamos a mirar las luminarias
de nuestra ciudad toda engalanada,
porque queremos comprender
el espíritu auténtico de tu llegada.

                                         Y no hay luces de colorines.
Sino que vemos que una patera es tu cuna
y el mar tu inmenso portal.
No están el buey y la mula
sino que los delfines
y las estrellas marinas,
junto las estrellas del cielo,
son los que te han podido acompañar.

Tu madre Maria está extenuada
de caminar por desiertos de arena,
de atravesar los desiertos del mar,
de escrutar en el cielo oscuro
a la búsqueda de una estrella cometa
que les pueda orientar,
o en la lejanía, una playa de arena
donde sea posible atracar.

Hoy es Navidad,
pequeño Dios en patera,
esa es ahora tu cuna,
el mar tu inmenso portal,
no se ven cerca muchos hombres
de buena voluntad a los que el Ángel
tu llegada pueda anunciar
puesto que aquí en la tierra donde llegas,
todo sigue peor o peor que mal.

No ha parado el paro
ni han parado las guerras
ni ha parado el hambre
ni ha parado la violencia
ni ha llegado la paz.

Muere quemada la madre tierra
y todo se va convirtiendo
en un tremendo erial.

Hoy es Navidad,
Niño Dios de la patera,
pero aquí no llegarán los pastores
ni tampoco los Reyes
con su oro, incienso y mirra.
Vendrán hombres uniformados
que te pedirán los papeles,
que ni Tú, pequeño Niño Dios,
ni tus padres hambrientos y agotados
podréis mostrar.

Hoy es una nueva Navidad,
Niño Dios de la Patera
y en ésta tierra de luminarias engalanada
para celebrar tu llegada a Belén
al máximo os darán una manta
y en algún casa de acogida de inmigrantes
quizá os alojarán.

Nadie puede venir a recibiros
ni nadie os va a escuchar.
Todos están ocupados en su cena
con buenas viandas, turrón y champán,
porque si por casualidad
no lo sabéis, en ésta opulenta Europa
donde vuestra patera os ha portado,
hoy es Navidad”

El que acoje a un niño como éste en mi nombre
me acoje a mi, y el que me acoje a mi, no me acoje
a mi, sino al que me ha enviado.
Evangelio de marcos 9,30-37
BELÉN EN EL MAR


viernes, 7 de diciembre de 2012

PRIMER AMOR

 
Rasgaste mi noche
y fuiste día
y fuiste luz
y fuiste mañana
y fuiste primavera.

                                                     Primer amor
                                                          
de quinceañera
que en el sueño apareces
e irrumpiendo en la niebla
tu recuerdo
de la lejana adolescencia
de repente brilla.

!Oh lejanos días
de bailes bajo la luna
única testimonio
de los besos extasiados
de la juventud perdida!

Todo tan lejano,
borrado por el tiempo perdido
sin embargo hoy recobrado.

Rasgaste mi noche
y fuiste luz repentina,
al alba de una nueva primavera
ya inexistente en mi vida
de adolescente envejecida.