Mi
cielo está lleno
de
risas de niños
y
cantar de pájaros,
madre.
Mi
cielo está lleno,
tú
lo sabes, madre,
de
iridiscentes estrellas
y
caballitos de mar.
Mi
cielo está lleno, lo sabes,
madre,
a la mañana
del
trino del jilguero
y
del gorjeo del ruiseñor,
al
atardecer.
Hoy,
en mi mañana triste,
la
encontré muerta
con
su polluelo, madre.
Muerta
en mi ventana.
Muerta
por salvar a su polluelo
que
probaba a volar
su
primer vuelo.
Muerta
la madre protectora
cubriendo
al hijo
con
su ala rígida,
así
la encontré.
Había
muerto como madre.
Ese
era su mensaje.
Decir
que era una madre.
Por
eso estaba en mi ventana
para
decirme adiós.
Eras
tú que habías venido
en
un agotador y extremo saludo.
En
forma de tierna avecilla
eras
tú, madre, era tu despedida.
Y
así volaste a tu cielo
con
risas de niños
y
cantar de pájaros
donde
no existen las lágrimas.
Adiós,
madre.
IN
MEMORIAM. A mi madre que nos ha dejado el 6 de febrero de 2015.
1 comentario:
Tristemente hermoso,desde allí donde ella se encuentra,está muy orgullosa de tu labor aquí en la tierra, un abrazo querida amiga.
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