miércoles, 1 de enero de 2014

JUVENTUD LABERINTICA

 
!Oh juventud!
Existe un lugar
en mi laberinto cristalino
donde se guardan las cosas olvidadas.
Es como un cementerio de ideas perdidas
que ya nos abandonaron.

!Oh juventud!
Te encontramos en fotos amarillentas
por el paso del tiempo
que en la memoria parecen  ayer.

Ahí están paisajes desaparecidos,
o personas que se fueron a otro lugar.
Ya nada está igual en el ahora
y todo se hace un largo entonces.

!Oh juventud!
Juventud escondida, difuminada,
perdida en la niebla,
juventud que en ella se desvanece
y en ella se confunde y se anula.

!Oh juventud!
En mi laberinto translúcido,
en mi viaje a ninguna parte,
veo nítidas a las personas,
y a las cosas cobrando color.

El niño con estrellas en el bolsillo,
la niña que habla con mariposas,
el pequeño con espada y tambor,
el ángel gordezuelo dormido junto a mi.
!Estáis todos al otro lado del cristal!

Oigo vuestras voces
pero no os puedo tocar.
Sois música lejana como trino de pájaros
ocultos en un florido rosal.

!Oh laberinto engañoso!
!Oh juventud fugaz!
A mi misma me veo tras el cristal.

A mi misma que camino con fuerza.
A mi misma con las ideas claras.
A mi misma con la memoria intacta.
A mi misma combatiendo batallas.
A mi misma como bicicleta oxidada,
que se apoya en una blanca pared.

!Oh juventud agazapada al otro lado del cristal!
!Oh laberinto de viajes inútiles!
Veo reír a la reina de los sapos
y a la vieja con su saco de mentiras
señalando la salida.

¿Qué es la vida sino un deambular?
¿Qué es sino perderse, caer y levantarse?
¿Qué es sino añorar el tiempo perdido?
¿Qué es sino buscar y buscar?
¿Qué es sino buscar y no encontrar?



No hay comentarios: